Para encontrar la prosperidad en nuestras vidas necesitamos un punto de apoyo que nos sirva como palanca para lograr nuestros objetivos con menos recursos. Entonces, para tener resultados, necesitamos apalancarnos.
Si logramos quitar estas creencias que nos colocaron de niños, podremos tener prosperidad. Las Palabras son un reflejo de la forma como pensamos y deben ser congruentes para lograr la prosperidad y abundancia verdadera. En esto influye mucho el dialogo interno.
¿Qué te estás diciendo a ti mismo?
La Prosperidad requiere que tengamos un Plan, para lo cual debemos saber qué es lo que nos motiva:
- ¿Lograr independencia?
- ¿Obtener riqueza?
- ¿Lograr fama y reconocimiento?
- ¿Ayudar a otras personas?
- ¿Quiero más tiempo para mí?
Estas motivaciones nos ayudarán a crear un plan y enfocar nuestras metas a ello.
Las personas que no tienen apalancamiento trabajan para las personas que sí lo tienen. Las personas con apalancamiento contratan personas, tienen empresas, crean negocios. Si en este momento no tienes apalancamiento, entra en un proceso de cambio y busca el punto de apoyo que necesitas.
Entonces esto quiere decir que para lograr nuestro objetivo no se requiere trabajar duro. Lo que sí se necesita es tener el vehículo correcto para lograr nuestra meta.

El camino a la prosperidad requiere aumentar la calidad de nuestros pensamientos sobre nosotros mismos relacionados con la abundancia, lo cual consiste en modificar las grabaciones inconscientes negativas sobre el dinero, haciendo un autoanálisis sobre lo que estamos pensando sobre el dinero e identificando cual es el dialogo interno que tenemos sobre el dinero.
Algunas personas piensan así:
- “El dinero es sucio”,
- “El dinero nos puede echar a perder”
- “Hay crisis”
- “No se gana pero se goza”
- “No tengo dinero para la renta”
- “Prefiero ser feliz a tener dinero”
Estos pensamientos enfocados en la carencia solo te generan más carencia. Te hacen pensar que no mereces tener la prosperidad. Entonces, ¿te enfocas en tus metas o en lo que no has logrado?
La preocupación constante por los tiempos difíciles hace muy poco por mejorar nuestra situación económica. Si realmente te ocupas en crear nuevas condiciones creativas para generar nuevas ideas financieras, la prosperidad será inevitable. La preocupación constante lo único que va generar en tu vida es stress y otras enfermedades, por lo que el apalancamiento de la mente y de las palabras se convierte en la herramienta más importante.
La prosperidad verdadera consiste en alcanzar el éxito sin que esto conlleve pagar un precio tan alto por ello. Tener éxito no debe afectar nuestra relación de pareja, nuestra salud, la relación con nuestra familia y nuestra personalidad. Lo contrario sería conseguir el éxito y perder otras cosas, como pasar menos tiempo con los hijos, no tener paz interior o afectar nuestra salud o, peor aún, conseguir el éxito mintiendo o robando. Definitivamente esto último sería una prosperidad no verdadera
¿Qué tienes que Cambiar?
El cambio es lo único constante que nos acompañara durante toda nuestra vida. Si pretendemos la felicidad y la sabiduría de manera constante, tenemos que experimentar frecuentes cambios porque todo fluye, nada permanece estático. Cuando cambiemos interiormente, haremos cambios también en el entorno que nos rodea.
Somos hábitos aprendidos y el cambio dependerá de crear nuevos hábitos que nos lleven al éxito, haciendo que nuestros pensamientos nos encaminen al cumplimiento de nuestros objetivos, siempre con emoción.
Cuando cambias la forma de vivir la prosperidad, definitivamente la prosperidad con que vives también cambia. La verdad sobre la prosperidad y la abundancia es que ambas deberían ser nuestro estado natural porque no hay razón para estar en la carencia, no hay razón para no estar en la prosperidad o en la abundancia.
El universo nos da la oportunidad individual para reestructurar nuestras vidas. La manera de sincronizarnos es, primero, no tener miedo y darnos cuenta de que podemos cambiar nuestra conciencia.
La física cuántica ya lo ha dicho:
la conciencia modifica la materia. Lo que significa que nuestra vida depende de lo que pensamos individualmente.
La distancia entre causa y efecto ha disminuido. Hace muchos años, para que se manifestara algo en tu vida, necesitabas gran energía. Hoy piensas algo y a la semana está sucediendo. Tu mente lo causa. Lo que debemos hacer es buscar las respuestas que están ahí.
Si no te gusta el mundo que ves, quiero que sepas que no lo puedes cambiar, pero si cambias la forma en que lo ves, entonces cambiara tu universo.
Albert Einstein
¿Estás dispuesto a hacer cambios en tu vida ahora mismo?
Rasec «Prosperidad» Vallejo